Ellos nos contaron la historia de Mauricio Rosencof, poeta y escritor uruguayo que, preso y torturado durante la dictadura, escribía sonetos clandestinamente, y los sacaba escondidos en la ropa que su familia retiraba para lavar.
De este modo, la poesía funcionaba como vínculo con la imaginación, para mantenerse vivo y no caer en la depresión o la locura. Años más tarde, Rosencof salió en libertad, y los sonetos fueron publicados bajo el título de "La margarita". Cuentan una historia de primer amor entre dos jóvenes, con mucha ternura.